PASOS DE ANIMAL GRANDE
Octavio Hernández Jiménez
A partir del primero de septiembre de 2020 disminuyó la cuarentena general pues el Gobierno colombiano no aguantó más las presiones de la mayor parte de estamentos sociales clamando para que abriera, no solo la construcción, la industria, las empresas de servicios públicos, las droguerías, tiendas y supermercados, sino el comercio incluso los centros comerciales, los parques públicos, hoteles, talleres, concesionarios de vehículos, cines, gimnasios, templos religiosos, piscinas, terminales de transporte terrestre y aéreo, casinos, moteles, parques de atracción, museos y bibliotecas, entre otros.
Al empezar el desconfinamiento, continuaron cerrados los sitios de diversión, discotecas, lugares de baile, bares y espectáculos masivos. Se mantuvo la prohibición del consumo de licores en establecimientos comerciales y espacios públicos.
En Manizales, continuó el toque de queda de 10:00 p.m. a 5:00 a.m. La educación seguía siendo virtual. Funcionaría el 50% de transporte colectivo y se restringía el uso de canchas, piscinas y deportes de contacto. Se le pediría al Ministerio del Interior continuar con el pico y cédula de 4 dígitos, dado que últimamente, Manizales había sido catalogado como “municipio de alta afectación por covid-19” (Miguel O. Alguero, 31 de agosto de 2020, p.4).
En cuanto a público, se mantenía el aforo del 30% en los sectores que se reactivaron y los que reabrirían. Se permitieron reuniones hasta de 50 personas y en ellas se debía conservar la distancia de 2 metros entre los asistentes, fuera de los demás protocolos de seguridad como el tapabocas, lavado frecuente de manos, y la desinfección de los espacios. No se permitieron los eventos privados que implicaran aglomeración de personas. Básico el autocontrol y la responsabilidad.
Estas advertencias se promulgaron en Colombia y en otros países. En Alemania, Reino Unido y Francia, el sábado 29 de agosto, se dieron manifestaciones en las que miles de asistentes protestaban contra “la tiranía de los médicos” por haber impuesto el aislamiento individual, el distanciamiento social, las mascarillas, el lavado de manos y otras normas que buscaban salvaguardar las vidas de la población incluso de los manifestantes. Con órdenes médicas, buscaban proteger el cuerpo, la mente y la psique humanas. Para los que protestaban, los médicos eran culpables del número enorme de gente con trastornos sicológicos y tendencias suicidas. Y gritaban ¡Abajo! a las vacunas que se esperaba contra el coronavirus.
Dos meses después de esa apertura, (finales de octubre), habían concluido, en Europa, las vacaciones; los alemanes, belgas, ingleses se habían marchado al norte y los habitantes de la cuenca del Mediterráneo contaban sus ingresos y soñaban con un retorno a la vida anterior a la pandemia. Sin embargo, en Turín, Milán, Nápoles (Italia), por lo estrictos de los nuevos decretos ante el rebrote de coronavirus y los miles de contagiados y muertes, se alborotaron, salieron, de nuevo, sin tapabocas, lanzaron artefactos de pólvora, bombas molotov, pedreas y saqueos. Italianos, franceses, españoles, ingleses no estaban dispuestos a confinarse otros seis meses como en el primer brote de la peste. Estalló la rabia. Hubo enfrentamientos con la policía. Heridos e incendios.
Por lo expuesto, el problema de la pandemia del coronavirus no era asunto únicamente de unos contagiados que sus allegados aislaban esperando que se aliviaran o murieran. Se trató, muchas veces, de interminables e intermitentes querellas. Asuntos con demasiados vericuetos, tanto en Europa como en Estados Unidos y Latinoamérica.
En epidemiología, “la tasa de contagio es una variable que mide cómo es la distribución de una enfermedad en una determinada población, que tiene en cuenta el número de personas y un tiempo determinado. En el caso de Caldas, se revisó la incidencia de sus municipios en sus números de casos covid-19 por 100 mil habitantes. El corte de medición fue el 27 de agosto de 2020” ( B. Eugenia Giraldo, 29 de agosto de 2020, p.16).
Para mirar la incidencia del covid-19 por municipio, en Caldas, se tuvieron en cuenta datos del DANE y del Instituto Nacional de Salud (INS). De estas entidades se tomaron estos datos: Marmato tenía 9.167 habitantes y 93 contagiados. La Dorada, 74.006 habitantes y 426 contagiados. Chinchiná, 52.267 habitantes y 159 contagiados. Manizales, 446.160 habitantes y 1.346 contagiados. Datos como estos demostraban que los anteriores municipios, y en ese orden, presentaban el mayor impacto del covid-19, en relación con sus poblaciones.
El panorama de incidencia del covid-19, en los municipios de Caldas, hasta el 27 de agosto de 2020, era el siguiente: 1- Marmato, 1.014,5. 2- La Dorada, 575,6. 3- Chinchiná, 304,2. 4- Manizales, 301,7. 5- Supía, 282,7. 6- Aguadas, 269,0. 7- La Merced, 255,0. 8- Belalcázar, 244,1. 9- Villamaría, 178,0. 10- Riosucio, 157,8. 11- Manzanares, 140,5. 12- Viterbo, 116,7. 13- Neira, 94,7. 14- Anserma, 76,3. 15- Marquetalia, 66,7. 16- San José, 61,0. 17- Pácora, 52,2. 18- Aranzazu, 47,4. 19- Salamina, 41,3. 20- Palestina, 38,3. 21- Norcasia, 32,6. 22- Risaralda, 28,4. 23- Samaná, 25,0. 24- Victoria, 19,3. 25- Filadelfia, 8,8. 26- Pensilvania, 5,1. 27- Marulanda, 0 (Ibid.).
En los municipios con menos puntaje, en el cuadro anterior, el coronavirus había causado, entre finales de marzo y finales de agosto de 2020, menos estragos y seguiría en una nueva realidad si sabía comportarse. Previendo el proceso de la peste, el Gobierno nacional prolongó la emergencia sanitaria hasta el 30 de noviembre de 2020.
Terminó agosto y de inmediato el Dane publicó las cifras de desempleo en Colombia. Los datos sobre el segundo trimestre, el trimestre más crítico que hubiésemos padecido, por lo menos en lo que va del siglo XXI, eran escuetos, desalentadores y ponían frente a los ojos un panorama incierto para los años que se venían encima.
Después de junio, la gente tranquila o dedicada a sus trabajos no tenía certezas sobre lo que estaba aconteciendo pero, si veía noticieros, podía sentir pasos de animal grande. Sin cesar, llegaban imágenes y datos desalentadores. “En el país la tasa de desocupación llegó al 20,2% en julio de 2020, frente al 10,7% del año pasado. Eso significa que se destruyeron 4 millones 559 mil empleos, 1 millón 902 mil personas más sin trabajo, producto de la pandemia” (Juan Carlos Layton, 1 de septiembre de 2020, p.3). El desempleo afectaba más a las mujeres (26%) que a los hombres (16%) y era una tragedia para los jóvenes con educación superior.
Así, en Manizales, las cifras de desempleo eran catastróficas al trepar la tasa al 27%, entre mayo y julio, la más alta en los últimos 20 años. En 2004, se registró una desocupación laboral del 19,3%. A mediados de 2020, había 34.208 desempleados más, en la capital de Caldas. Esto era un drama pocas veces visto pero tampoco, como lo dijo el alcalde de Manizales, en el programa presidencial de 6 a 7 de la noche del 2 de septiembre, el desempleo de la capital caldense “era el peor del mundo entero”. Los oyentes tenían un argumento a la mano para rebatirlo. El día anterior, el director del Dane había dado a conocer las cinco ciudades con más desempleo en el país y entre ellas no aparecía Manizales. Estrategia de impacto.
Sin embargo, con los datos de desempleo, en esta pandemia, “No sólo se superó en 17 puntos porcentuales el indicador de 2019, sino que casi se triplica el número de desocupados con respecto a ese año. Se pasó de 21.036 personas sin empleo a 55.245, lo que significa que, en este tiempo, se quedaron sin trabajo 34.208 personas más, en especial en los últimos cinco meses” (Ibid.).
Los comentarios por noticieros de televisión y radio, los videos por whatsapp y otras plataformas evidenciaron la forma como la gente empezó a actuar al iniciarse la apertura económica y el aislamiento voluntario. En los pueblos de Caldas, debido a que se preparaba para la cosecha cafetera, la gente salió a comprar lo que debía tener listo en esa temporada: despulpadoras, casas heldas, campamentos de trabajadores, servicios higiénicos, mangueras, botiquines de primeros auxilios, medicamentos, combustibles, vasijas y trastos para las comidas de empleados, jornaleros, y un largo etcétera.
Se trataba de urgencias manifiestas. Pero lo inconcebible fueron las aglomeraciones que se vieron en los sanandresitos de Bogotá y otras ciudades con motivo de que el 2 de septiembre fue anunciado como el “día de los descuentos”. No cabía la gente sin tapabocas como también sucedió en las carreras 23 y 22 de Manizales. Dicen que, por la Avenida 12 de Octubre entre Bellas Artes y Chipre, parecía que subieran o bajaran de un espectáculo de ferias. La gente estaba decidida a desquitarse con la vida. Todo quedó graficado en un video multiplicado por whatsapp que mostraba a un hombre abriendo la puerta de un galpón de gallinas. Él se hizo a un lado para que salieran miles y miles de piquisucias, a la estampida. De igual manera actuaron centenares de miles de colombianos, al final de la cuarentena.
Al empezar la apertura responsable de todas las actividades, en el país, estas eran las cifras en el departamento de Caldas, correspondientes al 2 de septiembre de 2020, que debemos tener en cuenta para ver la forma como se incrementarían, de esta fecha al momento del pico que se veía venir encima como un alud de tierra. A finales del cruel octubre.
Caldas: Casos de covid-19 confirmados (a 2 de septiembre de 2020): 3.004. Recuperados: 1.692. Muertos: 62. Manizales: Contagiados: 1.548. Recuperados: 697. Muertos: 28. La Dorada: Contagiados: 541. Recuperados: 407. Muertos: 10. Chinchiná: Contagiados: 181. Recuperados: 106. Muertos: 4. Villamaría: Contagiados: 143. Recuperados: 74. Muertos: 3. Supía: Contagiados: 99. Recuperados: 70. Muertos: 3. Neira: Contagiados: 26. Recuperados: 15. Muertos: 5. Manzanares: Contagiados: 25. Recuperados: 22. Muertos: 1. Norcasia: Contagiados: 2. Recuperados: 1. Muertos: 1. Viterbo: Contagiados: 20. Recuperados: 14. Muertos: 1. Risaralda: Contagiados: 3. Recuperados: 2. Marmato: Contagiados: 108. Recuperados: 73. Marquetalia: Contagiados: 9. Recuperados: 9. Anserma: Contagiados: 48. Recuperados: 26. Aguadas: Contagiados: 65. Recuperados: 62. Riosucio: Contagiados: 96. Recuperados: 50. Muertos: 3. Samaná: Contagiados: 5. Recuperados: 5. Aranzazu: Contagiados: 5. Recuperados: 4. Palestina: Contagiados: 11. Recuperados: 4. Muertos: 1. Salamina: Contagiados: 8. Recuperados: 7. Muertos: 1. Belalcázar: 26. Recuperados: 21. Pácora: Contagiados: 11. Recuperados: 5. La Merced: Contagiados: 16. Recuperados: 15. San José: Contagiados: 3. Muertos: 1. Victoria: Contagiados: 3. Recuperados: 2. Pensilvania: Contagiados: 1. Recuperados: 1. Filadelfia: Contagiados: 1. Marulanda: el único municipio sin casos de contagio, a 2 de septiembre de 2020.
Tanta infección y tanta muerte no podían llevarnos a desfallecer. Y más después de que la jefe de científicos de la OMS, Soumya Swaminathan, advirtiera que “Muchos piensan que a principios de 2021 llegará una panacea que lo resolverá todo, pero no va a ser así: hay un largo proceso de evaluación, licencias, fabricación y distribución. No se espera que las posibles vacunas contra la covid-19 estén disponibles para la población general antes de dos años, aunque los primeros grupos de riesgo podrían ser inmunizados a mediados de 2021”. Como decían las abuelas: Danos, mi Dios, paciencia”.
Y parecía que la científica hindú tuviera razón: fuera de los trámites que enumeró, cuando llegue lo que ella denominó “panacea”, lo más seguro es que vacunen al personal médico, en el mundo, cuyo número es difícil de contar cuando en la fila entren no solo médicos y enfermeras sino personal administrativo de cada centro hospitalario, personal de servicio incluyendo, claro está, señoras y señores del aseo y de las cocinas, conductores de ambulancias, personal de farmacias y un etcétera que se ramifica con los proveedores y demás actores de reparto. Al pueblo raso, en toda ocasión, le toca esperar. En este caso, como pronostican los que se las dan de más realistas, hasta el 2022.
OCTAVIO HERNÁNDEZ JIMÉNEZ
(San José de Caldas, 1944), bachiller del Colegio Santo Tomás de Aquino de Apía (1962) y luego profesor del mismo centro educativo. Profesor de la Universidad de Cundinamarca (1974-1975). Profesor Titular y Profesor Distinguido de la Universidad de Caldas, en Manizales (1976-2001). Primer decano de la Facultad de Artes y Humanidades (1996-1999) y Vicerrector Académico (E.) de la misma Universidad (1996). Premio a la Investigación Científica, Universidad de Caldas, (1997). Primer Puesto en Investigación Universitaria, Concurso Departamento de Caldas-Instituto Caldense de Cultura (2000). Primer Puesto Categoría de Ensayo Nuevos Juegos Florales, Manizales, (1993 y 1995). Miembro Fundador de la Academia Caldense de Historia, Socio Fundador del Museo de Arte de Caldas, Miembro de la Junta Directiva de la Orquesta de Cámara de Caldas. Orden del Duende Ecológico (2008).
* OCTAVIO HERNÁNDEZ JIMÉNEZ ha publicado las siguientes obras: Geografía dialectal (1984), Funerales de Don Quijote (1987 y 2002), Camino Real de Occidente ( (1988), La Explotación del Volcán (1991), Cartas a Celina (1995), De Supersticiones y otras yerbas (1996), El Paladar de los caldenses (2000 y 2006), Nueve Noches en un amanecer (2001), Del dicho al hecho: sobre el habla cotidiana en Caldas (2001 y 2003), El Español en la alborada del siglo XXI (2002), Los caminos de la sangre (2011), Apía, tierra de la tarde (2011). Su ensayo “El Quijote en Colombia” hace parte de la Gran Enciclopedia Cervantina, de Carlos Alvar (2006).
* “El humanista Octavio Hernández Jiménez contribuye a la afirmación de la cultura popular en Caldas. Él, con ese orgullo caldense que siempre expresa en sus escritos, se ha empeñado en divulgar el folclor regional, pensando siempre en afirmar la identidad y autenticidad de la cultura caldense en el marco y relaciones con la cultura popular colombiana. El humanista caldense tiene una fuerza cultural muy significativa en el conocimiento y cultivo del folclor y en los aspectos diversos de la cultura popular que reflejan la esencia del alma colombiana. Octavio Hernández en su obra transmite la idea de que es necesario fortalecer en los caldenses la conciencia regional y nacional como pueblo de grandes valores y atributos” (Javier Ocampo López, miembro de la Academia Colombiana de la Lengua y de la Academia Colombia de Historia, en el texto “Octavio Hernández Jiménez, el humanista de la caldensidad”, 2001).
Título: Orden del Duende Ecológico.
“República de Colombia/ Alcaldía Municipal San José Caldas/ Nit. 810001998-8/ II Fiestas de Mitos y Leyendas. Resolución Nro 093-08 Octubre 09 de 2008. Por medio de la cual se otorga la Orden del Duende Ecológico. El Alcalde Municipal de San José Caldas, en ejercicio de sus facultades Constitucionales y, CONSIDERANDO: Que mediante el Acuerdo Municipal número 216 de 2008, se creó la Orden Del Duende Ecológico, máxima condecoración que el Alcalde Municipal concede a sus ciudadanos más destacados. Que es deber de esta Administración exaltar las cualidades y virtudes de una Persona Ilustre del Municipio que con su actuar ha dejado en alto el nombre del Municipio. Que el Doctor Octavio Hernández Jiménez es reconocido como un señor íntegro en medio de sus labores misionales, amante de la tradición y cultura propias de nuestra región, las cuales da a conocer como embajador de nuestro municipio a nivel regional y nacional. Que el Doctor Octavio Hernández Jiménez se ha destacado como un insigne señor, cívico por excelencia, colaborador incansable; se ha hecho presente en el desarrollo de importantes programas que han impulsado el progreso de nuestro Municipio, difundiendo ejemplo para presentes y futuras generaciones. Que el Doctor Octavio Hernández Jiménez se ha destacado en el estudio de la influencia de los mitos y leyendas y su divulgación dentro del Municipio de San José Caldas. Que según estudios realizados por el Doctor Octavio Hernández Jiménez, dentro de la historia del municipio se creó la figura del Duende Ecológico para preservar las aguas, nombre que hoy recibe la presente Orden. En mérito de lo expuesto, RESUELVE: Artículo Primero: Otorgar la Orden Duende Ecológico al Doctor Octavio Hernández Jiménez. Artículo Segundo: Exaltar las cualidades de tan ilustre personaje, quien con su excelente desempeño ha dejado un gran legado en el arte de escribir y en la conservación del patrimonio cultural. Artículo Tercero: Hacerle entrega de una placa al Doctor Octavio Hernández Jiménez, en acto público a realizarse el día 09 de octubre de 2008. Artículo Cuarto: Copa de la presente resolución será entregada en nota de estilo al Doctor Octavio Hernández Jiménez, en dicho acto. Comuníquese y cúmplase. Expedida en San José Caldas, a los nueve (09) días del mes de octubre del año dos mil ocho (2008). Daniel Ancízar Henao Castaño, Alcalde Municipal”.
octaviohernandezj@espaciosvecinos.com
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