ESCUELA TALLER DE SALAMINA CDS.
Octavio Hernández Jiménez
Después del terremoto que destruyó gran parte de Popayán, el jueves santo de 1983, tuvieron que importar mano de obra de otras regiones del país y del exterior para reconstruir tan bella ciudad. Los reyes de España tomaron cartas en el asunto pues, al fin y al cabo, la capital del Cauca fue una de las ciudades de más alcurnia en tiempos de la Colonia española.
En 1992 se abrió el programa Escuela-Taller, con modelo español y sucursales en Popayán, Cartagena y Mompox. En los 25 años que lleva funcionando ha formado 5.000 alumnos del Cauca que, según comentaba Tatiana Lizarazo, han conseguido ubicación laboral, en un 78 por ciento. En la actualidad asisten a los talleres 450 alumnos.
La Escuela Taller tiene vínculos con el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), que otorga el título de Técnico Profesional. La educación es gratuita. Sus lugares de práctica los han encontrado en las mismas sedes de los talleres. De esta forma, en Popayán, los estudiantes han recuperado más de 57 mil metros cuadrados de iglesias, conventos y otros sitios emblemáticos.
Salamina (Caldas) ha sido catalogado como pueblo patrimonial de la nación, junto con Aguadas, Santa Cruz de Mompox, Santa Cruz de Lorica, Barichara, Santa Fe de Antioquia y otros más. En cuanto a sedes de la Escuela Taller, en Colombia existen seis ciudades como beneficiarias: Cartagena, Popayán, Barichara y Buenaventura, fuera de Salamina.
La Escuela Taller de Salamina consta de las áreas de ebanistería, electricidad, joyería, artesanías, tejidos y cocina regional. Tiene como sede una hermosa casona, ubicada en el casco histórico, a una cuadra del Parque principal.
La edificación cuenta con 125 años; las gruesas tapias han sido testigos de su historia. Consta de un bello patio central y otro espacio interior al aire libre demasiado amplio. En ciertas etapas fue institución educativa y asiento de oficinas públicas.
El Ministerio de Cultura apropió 540 millones de pesos para la intervención que es un concepto más amplio que el de restauración. En la intervención juega la utilidad y actualización de las áreas respetando el espíritu de la construcción.
Los estudiantes de ebanistería intervinieron la fachada, con puertas, marcos y ventanales. Esa fue su práctica. Los de ebanistería se encargaron, además, del bahareque mientras que los estudiantes de electricidad, bajo la guía de sus profesores, actuaron en esta delicada misión. Los programas docentes fueron estructurados según el proceso de intervención. El Ministerio solo autorizó la compra de los materiales, no el pago de mano de obra.
En el área que se intervino se organizaron los programas de ebanistería y electricidad más dos talleres subterráneos. En el sector que durante la intervención estuvo en uso quedaron las aulas y oficinas.
La institución, en su sede caldense, no se ha limitado a la práctica de algunos oficios. También cuenta la academia. Por eso, entre los días 13,14 y 15 de septiembre de 2013, se llevó a cabo, en el recinto de la Escuela Taller de Salamina, el Encuentro de Cocinas Regionales del Paisaje Cultural Cafetero, bajo el patrocinio del Ministerio de Cultura, el Sena, la Alcaldía de esa ciudad y otras instituciones. A finales del año 2017 se llevó a cabo un evento similar.
Tanto la gastronomía como la ebanistería y los otros oficios confluyen en su propósito común de salvaguardar el patrimonio material e inmaterial de la región en donde tienen su centro de operaciones.
Estamos al rescate de los oficios después del escarnio al que han sido sometidos. Según Enrique Sánchez, asesor del Ministerio de Cultura en el aspecto Patrimonial, “es un infortunio que, a pesar de lo valiosos que son los oficios, porque fueron los que construyeron esta nación, estos son estigmatizados por efecto de la globalización”.
Por el anterior motivo se llevó a cabo en Popayán, a finales de 2013, el Primer Encuentro Iberoamericano de los oficios que, según Tatiana Lizarazo, tenía como finalidad visibilizar estas labores, las de los artesanos y maestros, además de hacer explícito su valor patrimonial y cultural.
La escuela taller de Salamina no puede sostenerse con la vanagloria que da saber que sigue funcionando. Debe resucitarse esa vocación de epicentro docente para el departamento de Caldas y otros centros urbanos del contorno, así como ciertos municipios en el norte (Salamina y Aguadas) en el Centro (Manizales, Santa Rosa), en el oriente (Pensilvania y Manzanares), en el Occidente (Apía y Riosucio), en el sur (Pereira, Armenia y Calarcá), acogieron los estudiantes de bachillerato en sus internados, en la primera mitad del siglo XX. La escuela taller de Salamina requiere de mayor difusión y que a acudan a ella, no solo salamineños y salamineñas, sino aguadeños, riosuceños, ansermeños, pensilvanenses, manzanareños y de otros conglomerados que pretenden, ahora que hacen parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad, rescatar su patrimonio y enaltecer su identidad como pueblos.
OCTAVIO HERNÁNDEZ JIMÉNEZ
(San José de Caldas, 1944), bachiller del Colegio Santo Tomás de Aquino de Apía (1962) y luego profesor del mismo centro educativo. Profesor de la Universidad de Cundinamarca (1974-1975). Profesor Titular y Profesor Distinguido de la Universidad de Caldas, en Manizales (1976-2001). Primer decano de la Facultad de Artes y Humanidades (1996-1999) y Vicerrector Académico (E.) de la misma Universidad (1996). Premio a la Investigación Científica, Universidad de Caldas, (1997). Primer Puesto en Investigación Universitaria, Concurso Departamento de Caldas-Instituto Caldense de Cultura (2000). Primer Puesto Categoría de Ensayo Nuevos Juegos Florales, Manizales, (1993 y 1995). Miembro Fundador de la Academia Caldense de Historia, Socio Fundador del Museo de Arte de Caldas, Miembro de la Junta Directiva de la Orquesta de Cámara de Caldas. Orden del Duende Ecológico (2008).
* OCTAVIO HERNÁNDEZ JIMÉNEZ ha publicado las siguientes obras: Geografía dialectal (1984), Funerales de Don Quijote (1987 y 2002), Camino Real de Occidente ( (1988), La Explotación del Volcán (1991), Cartas a Celina (1995), De Supersticiones y otras yerbas (1996), El Paladar de los caldenses (2000 y 2006), Nueve Noches en un amanecer (2001), Del dicho al hecho: sobre el habla cotidiana en Caldas (2001 y 2003), El Español en la alborada del siglo XXI (2002), Los caminos de la sangre (2011), Apía, tierra de la tarde (2011). Su ensayo “El Quijote en Colombia” hace parte de la Gran Enciclopedia Cervantina, de Carlos Alvar (2006).
* “El humanista Octavio Hernández Jiménez contribuye a la afirmación de la cultura popular en Caldas. Él, con ese orgullo caldense que siempre expresa en sus escritos, se ha empeñado en divulgar el folclor regional, pensando siempre en afirmar la identidad y autenticidad de la cultura caldense en el marco y relaciones con la cultura popular colombiana. El humanista caldense tiene una fuerza cultural muy significativa en el conocimiento y cultivo del folclor y en los aspectos diversos de la cultura popular que reflejan la esencia del alma colombiana. Octavio Hernández en su obra transmite la idea de que es necesario fortalecer en los caldenses la conciencia regional y nacional como pueblo de grandes valores y atributos” (Javier Ocampo López, miembro de la Academia Colombiana de la Lengua y de la Academia Colombia de Historia, en el texto “Octavio Hernández Jiménez, el humanista de la caldensidad”, 2001).
Título: Orden del Duende Ecológico.
“República de Colombia/ Alcaldía Municipal San José Caldas/ Nit. 810001998-8/ II Fiestas de Mitos y Leyendas. Resolución Nro 093-08 Octubre 09 de 2008. Por medio de la cual se otorga la Orden del Duende Ecológico. El Alcalde Municipal de San José Caldas, en ejercicio de sus facultades Constitucionales y, CONSIDERANDO: Que mediante el Acuerdo Municipal número 216 de 2008, se creó la Orden Del Duende Ecológico, máxima condecoración que el Alcalde Municipal concede a sus ciudadanos más destacados. Que es deber de esta Administración exaltar las cualidades y virtudes de una Persona Ilustre del Municipio que con su actuar ha dejado en alto el nombre del Municipio. Que el Doctor Octavio Hernández Jiménez es reconocido como un señor íntegro en medio de sus labores misionales, amante de la tradición y cultura propias de nuestra región, las cuales da a conocer como embajador de nuestro municipio a nivel regional y nacional. Que el Doctor Octavio Hernández Jiménez se ha destacado como un insigne señor, cívico por excelencia, colaborador incansable; se ha hecho presente en el desarrollo de importantes programas que han impulsado el progreso de nuestro Municipio, difundiendo ejemplo para presentes y futuras generaciones. Que el Doctor Octavio Hernández Jiménez se ha destacado en el estudio de la influencia de los mitos y leyendas y su divulgación dentro del Municipio de San José Caldas. Que según estudios realizados por el Doctor Octavio Hernández Jiménez, dentro de la historia del municipio se creó la figura del Duende Ecológico para preservar las aguas, nombre que hoy recibe la presente Orden. En mérito de lo expuesto, RESUELVE: Artículo Primero: Otorgar la Orden Duende Ecológico al Doctor Octavio Hernández Jiménez. Artículo Segundo: Exaltar las cualidades de tan ilustre personaje, quien con su excelente desempeño ha dejado un gran legado en el arte de escribir y en la conservación del patrimonio cultural. Artículo Tercero: Hacerle entrega de una placa al Doctor Octavio Hernández Jiménez, en acto público a realizarse el día 09 de octubre de 2008. Artículo Cuarto: Copa de la presente resolución será entregada en nota de estilo al Doctor Octavio Hernández Jiménez, en dicho acto. Comuníquese y cúmplase. Expedida en San José Caldas, a los nueve (09) días del mes de octubre del año dos mil ocho (2008). Daniel Ancízar Henao Castaño, Alcalde Municipal”.
octaviohernandezj@espaciosvecinos.com
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