ENCUENTRO DE BACHILLERES 1967, EN APÍA (RDA.)
Octavio Hernández Jiménez *
Cincuenta años después (1967-2017), los bachilleres del Colegio Santo Tomás de Aquino se reencontraron en Apía (Rda.), en donde recibieron el diploma que los acreditaba como bachilleres de dicha institución. Esa reunión tuvo lugar el sábado 11 de noviembre de 2017 y en ese día los que un día eran adolescentes comprobaron que el tiempo no pasa en balde. En forma callada, el tiempo venía realizando su labor constructora y demoledora a la vez.
Los bachilleres de 1967 fueron 32 de los que asistieron 15. De aquella tanda, ya habían fallecido 10 compañeros. De los profesores que enseñaron a esos alumnos solo asistió uno pues la mayoría ya había fallecido: el rector don Gabriel Rojas, el prefecto de disciplina don Virgilio Palacio, el Pbro. Dr. Octavio Hernández Londoño, profesor de religión; los profesores don Raúl Morales, don Campo Elías Sánchez, don José Muñoz, don Rogelio Espinal, don Jaime Quiroga, don Gildardo Monsalve, don Luis Carlos López, don Eduardo Londoño, entre otros. Paz en sus tumbas.
Habían demolido el viejo edificio en el que funcionó el Santo Tomás, en la esquina de la plaza principal y, en su lugar, construyeron las sedes de instituciones de otra índole. Desde 1979, esta institución educativa ocupa, en plenitud, el edificio actual en el sector conocido como Los Patios, al final de la calle Jamarraya.
Mientras tanto, habían sucedido varias reformas como que el colegio, hasta el año 1967, era solo de varones, y desde 1968, gradúa también mujeres. La mayoría de las alumnas que integraron las primeras promociones provenían de la Sagrada Familia, al decidir graduarse como bachilleres y no como normalistas. En 1977, las 36 mujeres graduadas en el Santo Tomás superaron en número a los 27 varones.
La inestabilidad en los cargos directivos ha sido manifiesta, en varias temporadas de estos 50 años. Directivos, profesores y alumnos han tenido un gran sentido de pertenencia y grandes valores éticos y profesionales pero, en otras temporadas, se notó que no soplaba el mismo espíritu de solidaridad y progreso del que disfrutaron los que habían vuelto a celebrar su paso por esta institución educativa.
En la mañana del sábado 11, el cura párroco ofició una misa por los exalumnos vivos y difuntos graduados en 1967, acompañados de un grupo de alumnos del Santo Tomás que, en el 2017, cincuenta años después que ellos, se graduarían en el mismo establecimiento. Estos muchachos hicieron una ofrenda durante la celebración religiosa en honor de los muertos.
Luego, una foto en las gradas del atrio, como en tiempos de las deslumbrantes madrinas. A la derecha, los bachilleres de 1967 y, a la izquierda, los bachilleres de 2017. Al frente, el parque que, hacía 50 años era, los sábados, la plaza de mercado del pueblo con su ritmo frenético y su algarabía. No existía el mercado cubierto inaugurado el 29 de mayo de 1971. Sumando los negocios que sacaban semanalmente a la plaza el número era superior a los que hay actualmente en el mercado cubierto y los que iban a mercar salían de sus casas en el área urbana y rural en forma masiva cada sábado o los miércoles, por lo que quedara faltando. Ahora, van de compras cualquier día de la semana a los supermercados.
A las dos de la tarde comenzó el acto cultural de los bachilleres en el llamado Club Tucarma pues luego cambiaron su razón social por la de Corporación Cultural y Deportiva. Los espacios interiores permanecen casi iguales aunque en la fachada se incorporaron unos balcones que el Club no tenía en aquel entonces.
Primero, cada uno de los exalumnos de dicha promoción ofreció a sus colegas una síntesis de lo que ha sido su vida luego de su graduación como bachiller y, después, hubo un concierto de la banda de Florencia (Caquetá) y la banda sinfónica de la Escuela de Música de Apía. La trayectoria de esta agrupación musical ha sido un éxito. Al final, una muestra cultural ofrecida por la Casa de la Cultura que tampoco existía hace 50 años. Siempre ha habido progreso.
En la noche hubo tiempo para asistir al Festival de Rock al Viento que tiene a Apía como sede hace más de 10 años. Como en otras ocasiones, los organizadores armaron la tarima frente al difunto Teatro Bolívar en donde Agrícola Tatamá compra y almacena una clase de café tan exquisito que se exporta. Esta sala de cine y de grados ya no existe, como tampoco el Teatro Gloria. Los computadores, el internet, las tabletas, los celulares, el número casi infinitos de canales de televisión pagada acabaron con la mayor parte de teatros en los pueblos. El festival de rock fue la ocasión para escuchar excelentes grupos provenientes de distintas ciudades del país.
En la noche, como hace 50 años, se llevó a cabo un animado baile en el Club Tucarma. Los bachilleres de 1967 bailaron al ritmo de una música que, para ocasiones como ésta, no ha variado mucho desde entonces. Se escucharon aquellos éxitos que se imponían en el gusto de los colombianos en esa temporada. Claro que, en ese entonces, el rector se daba el lujo de contratar, para animar la noche, la mejor orquesta que estuviera sonando en Colombia, en ese momento.
La Orquesta de los Black Star, cosa nunca vista, debutó en el acto de graduación de los bachilleres 1967, en el Teatro Bolívar. Obviamente, lo interpretado no era música bailable sino valses y la llamada música de sala. En ese acto se hicieron presentes el primer gobernador de Risaralda, dr. Cástor Jaramillo Arrubla, el obispo de Pereira Monseñor Baltasar Álvarez Restrepo y uno de los que entregó diplomas a los bachilleres fue el papá de César Gaviria que, pasados unos 14 años, sería presidente de Colombia. Ser bachiller imprimía un orgullo no vuelto a ver.
A partir de las nueve de la noche, los Black Star animaron, en el Club Tucarma, el baile de los bachilleres 1967, con los cantantes Gabriel Romero y el venezolano Joe Rodríguez. Sus éxitos fueron, en esa temporada, La Piragua y Cumbia Caletera. Como diría el caleño Andrés Caicedo, en su obra “¡Que Viva la Música!”, “puro sonido paisa”.
En los intermedios de las tandas bailables, el Dueto de Antaño, llegado de Medellín, interpretó en vivo música andina como Las Acacias, Tierra Labrantía, Pueblito Viejo que se escuchaba con demasiada insistencia en los equipos de sonido de los bares de Apía. A las seis de la mañana del día siguiente, la Orquesta de los Black Star seguía animando el baile y, para terminar, salió, interpretando sus éxitos, a darle una vuelta al parque, mientras los asistentes íbamos detrás bailando y haciendo el tren.
Era enternecedor ver a algunos bachilleres que, luego del grado habían emigrado, volver a bailar con las novias de hace medio siglo. Era más asunto de añoranzas que de ilusiones. Si hace 50 años bailaron, toda la noche, las tandas completas, ahora, después de dos piezas, regresaban acezando a la mesa. Claro que, en este 2017, la mayoría de bachilleres de hace 50 años tampoco tuvo el ánimo de amanecer bailando y tomando por lo que, antes de que clareara el día, esos señores de pelo blanco y algunos de panza abultada habían desaparecido, como sombras, rumbo al hotel. El parque era el mismo de aquel entonces aunque los árboles estaban tan añosos como los bachilleres que, en la despedida, juraron volverse a encontrar, allí mismo.
OCTAVIO HERNÁNDEZ JIMÉNEZ
(San José de Caldas, 1944), bachiller del Colegio Santo Tomás de Aquino de Apía (1962) y luego profesor del mismo centro educativo. Profesor de la Universidad de Cundinamarca (1974-1975). Profesor Titular y Profesor Distinguido de la Universidad de Caldas, en Manizales (1976-2001). Primer decano de la Facultad de Artes y Humanidades (1996-1999) y Vicerrector Académico (E.) de la misma Universidad (1996). Premio a la Investigación Científica, Universidad de Caldas, (1997). Primer Puesto en Investigación Universitaria, Concurso Departamento de Caldas-Instituto Caldense de Cultura (2000). Primer Puesto Categoría de Ensayo Nuevos Juegos Florales, Manizales, (1993 y 1995). Miembro Fundador de la Academia Caldense de Historia, Socio Fundador del Museo de Arte de Caldas, Miembro de la Junta Directiva de la Orquesta de Cámara de Caldas. Orden del Duende Ecológico (2008).
* OCTAVIO HERNÁNDEZ JIMÉNEZ ha publicado las siguientes obras: Geografía dialectal (1984), Funerales de Don Quijote (1987 y 2002), Camino Real de Occidente ( (1988), La Explotación del Volcán (1991), Cartas a Celina (1995), De Supersticiones y otras yerbas (1996), El Paladar de los caldenses (2000 y 2006), Nueve Noches en un amanecer (2001), Del dicho al hecho: sobre el habla cotidiana en Caldas (2001 y 2003), El Español en la alborada del siglo XXI (2002), Los caminos de la sangre (2011), Apía, tierra de la tarde (2011). Su ensayo “El Quijote en Colombia” hace parte de la Gran Enciclopedia Cervantina, de Carlos Alvar (2006).
* “El humanista Octavio Hernández Jiménez contribuye a la afirmación de la cultura popular en Caldas. Él, con ese orgullo caldense que siempre expresa en sus escritos, se ha empeñado en divulgar el folclor regional, pensando siempre en afirmar la identidad y autenticidad de la cultura caldense en el marco y relaciones con la cultura popular colombiana. El humanista caldense tiene una fuerza cultural muy significativa en el conocimiento y cultivo del folclor y en los aspectos diversos de la cultura popular que reflejan la esencia del alma colombiana. Octavio Hernández en su obra transmite la idea de que es necesario fortalecer en los caldenses la conciencia regional y nacional como pueblo de grandes valores y atributos” (Javier Ocampo López, miembro de la Academia Colombiana de la Lengua y de la Academia Colombia de Historia, en el texto “Octavio Hernández Jiménez, el humanista de la caldensidad”, 2001).
Título: Orden del Duende Ecológico.
“República de Colombia/ Alcaldía Municipal San José Caldas/ Nit. 810001998-8/ II Fiestas de Mitos y Leyendas. Resolución Nro 093-08 Octubre 09 de 2008. Por medio de la cual se otorga la Orden del Duende Ecológico. El Alcalde Municipal de San José Caldas, en ejercicio de sus facultades Constitucionales y, CONSIDERANDO: Que mediante el Acuerdo Municipal número 216 de 2008, se creó la Orden Del Duende Ecológico, máxima condecoración que el Alcalde Municipal concede a sus ciudadanos más destacados. Que es deber de esta Administración exaltar las cualidades y virtudes de una Persona Ilustre del Municipio que con su actuar ha dejado en alto el nombre del Municipio. Que el Doctor Octavio Hernández Jiménez es reconocido como un señor íntegro en medio de sus labores misionales, amante de la tradición y cultura propias de nuestra región, las cuales da a conocer como embajador de nuestro municipio a nivel regional y nacional. Que el Doctor Octavio Hernández Jiménez se ha destacado como un insigne señor, cívico por excelencia, colaborador incansable; se ha hecho presente en el desarrollo de importantes programas que han impulsado el progreso de nuestro Municipio, difundiendo ejemplo para presentes y futuras generaciones. Que el Doctor Octavio Hernández Jiménez se ha destacado en el estudio de la influencia de los mitos y leyendas y su divulgación dentro del Municipio de San José Caldas. Que según estudios realizados por el Doctor Octavio Hernández Jiménez, dentro de la historia del municipio se creó la figura del Duende Ecológico para preservar las aguas, nombre que hoy recibe la presente Orden. En mérito de lo expuesto, RESUELVE: Artículo Primero: Otorgar la Orden Duende Ecológico al Doctor Octavio Hernández Jiménez. Artículo Segundo: Exaltar las cualidades de tan ilustre personaje, quien con su excelente desempeño ha dejado un gran legado en el arte de escribir y en la conservación del patrimonio cultural. Artículo Tercero: Hacerle entrega de una placa al Doctor Octavio Hernández Jiménez, en acto público a realizarse el día 09 de octubre de 2008. Artículo Cuarto: Copa de la presente resolución será entregada en nota de estilo al Doctor Octavio Hernández Jiménez, en dicho acto. Comuníquese y cúmplase. Expedida en San José Caldas, a los nueve (09) días del mes de octubre del año dos mil ocho (2008). Daniel Ancízar Henao Castaño, Alcalde Municipal”.
octaviohernandezj@espaciosvecinos.com
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Giovanni Pérez (domingo, 25 agosto 2019 18:29)
Sr. Octavio Hernandez reciba de mi parte un cordial saludo,
Le escribo este mensaje para solicitarle me pueda ayudar de como puedo, o a quien dirigirme para poder buscar una persona que estudio en el santo tomas de aquino en el municipio de apia - risaralda. la persona se llama Francisco Javier Pérez. Hasta donde tengo entendido fue bachiller de la institución y quien luego siguió como docente en el departamento.
Me gustaría también saber si por medio de su información puedo tener guía de como buscar familiares míos ya fallecidos que fueron habitantes del municipio de apia.
Yo me encuentro en la ciudad de medellín mi nombre es Giovanni Pérez, mi correo electrónico es gioadrian78@gmail.com
Reciba un cordial saludo de mi parte y estaré muy atento a su respuesta.
Att.
Giovanni Adrián Pérez
Medellín - Antioquía