EL INVIERNO ENFRENTA AL ALCALDE CON EL GOBERNADOR
Octavio Hernández Jiménez
La imagen más desoladora que provocó el invierno del primer semestre de 2017, en Caldas, fue la arremetida que el alcalde de Manizales, Octavio Cardona León, emprendió contra el gobernador encargado de Caldas, Ricardo Gómez Giraldo, por una cuestión que se podría catalogar como de justicia distributiva de los dineros públicos. El Departamento Nacional de Planeación (DNP), por ley de la república, hace entrega anualmente a cada departamento de un porcentaje de las regalías que deja la venta de los hidrocarburos para obras que solucionen sus problemas en un país en donde sus habitantes si tapan los pies destapan la cabeza y si tapan la cabeza destapan los pies. Cada departamento, encabezado por el gobernador respectivo, recibe las peticiones sentidas de los municipios y, en junta, distribuye las regalías consignadas en las cuentas oficiales. Sin embargo, a 3 de junio de 2017, mes y medio después de la catástrofe del cerro San-Cancio, Aranjuez y otros barrios populares, la administración de Manizales no había recibido ni cinco centavos de lo que prometió el presidente y su gobierno cuando visitaron a las volandas la capital de Caldas.
En ese mes y medio, el que era ministro de Transporte, en esa época, exalcalde de Manizales Jorge Eduardo Rojas, acompañado del alcalde Octavio Cardona, visitaron en varias ocasiones las oficinas del Departamento Nacional de Planeación, en Bogotá, buscando soluciones a esa catástrofe con el dinero que le correspondía como regalías al departamento de Caldas. Estafa, dijeron unos; peculado dijeron otros. Deberían haber contado con el dinero de la Unidad de Gestión del Riesgo de Desastres y de otras entidades. Todo un ministro caldense haciéndole conejo a su departamento. “Caldas tiene asignados 55.000 millones de pesos (un dólar costaba 2.900 pesos), de los 600.000 millones de las regalías que el presidente Juan Manuel Santos anunció… De esa cifra, los proyectos de la capital departamental aspiran a lograr 52.000 millones. El gobernador encargado de Caldas, Ricardo Gómez, manifestó su preocupación por la forma en que el Departamento Nacional de Planeación (DNP) y la Alcaldía de Manizales estaban estructurando proyectos para recuperar la ciudad tras la tragedia que dejó 17 muertos y afectó 37 barrios, con regalías del departamento sin siquiera preguntarle a nadie de la gobernación” (El Tiempo, 3 de junio de 2017, p.16). En cristiano, querría decir que, de los 55.000 millones de regalías que le corresponderían a Caldas, en los presupuestos del alcalde y el exalcalde de Manizales se invertirían 52.000 millones o sea que a los 26 municipios restantes del departamento les tocarían 3.000 millones de pesejos. El pez grande se traga al chico. Nuestra dirigencia olvida la historia y no escarmienta con los ejemplos padecidos.
El presidente del Concejo de Manizales y el presidente de la Asamblea de Caldas se unieron a la inquietud del gobernador encargado exigiéndoles al presidente de la república y su corte ministerial que respetaran a Caldas y, como en otros sitios en donde padecieron desastres, que solucionaran los problemas con dineros de las entidades creadas, anteriormente, con dicho fin. Y ante esas intervenciones públicas, el alcalde Octavio Cardona, en un ataque de histeria, se salió de la ropa. Increíble que no conociera el funcionamiento del Estado. Por ejemplo, saber que en un caso de calamidad regional, un alcalde o entidades como la Corporación Cívica de Caldas cuya voz no se ha dejado oir en esta calamidad o una comunidad puede y debe recurrir a la Unidad de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), al Fondo de Adaptación, a las corporaciones autónomas que funcionan en 30 departamentos, con enormes presupuestos fuera de los ingresos de las regalías, además de decenas de entidades que pertenecen al Sistema Nacional de Gestión del Riesgos. “La UNGRD, desde el punto de vista presupuestal, ha tenido 1,5 billones de pesos en los últimos seis años. El Fondo de Adaptación, que inicialmente fue creado para la reconstrucción de las zonas averiadas por el invierno del 2010, en el 2015 asumió la tarea de ‘ejecutar proyectos integrales de gestión del riesgo y adaptación al cambio climático’; sin embargo, pese a los 9,3 billones de pesos de inversión que tiene en sus registros, las catástrofes siguen golpeando a los colombianos” (El Tiempo, 5 de junio de 2017, p.1).
Octavio Cardona insultó al gobernador de Caldas tratándolo de irrespetuoso y vanidoso y de que no quería que Manizales solucionara sus problemas, aspecto que jamás mencionó ni insinuó el doctor Ricardo Gómez. ¿Por qué el alcalde y el concejo no empezaron, desde el año 2016 en que asumieron funciones, a actualizar el Plan de Ordenamiento territorial (POT) de la ciudad encomendada a sus cuidados? Mes y medio después de haber padecido el tremendo invierno, se encuentra el Concejo revisando el POT. Además, deberían saber que, en los últimos seis años, los organismos citados con anterioridad, llevaban, en el país, “14.000 viviendas construidas para afectados por desastres de origen natural, 107 puentes vehiculares reconstruidos, 278 acueductos y alcantarillados intervenidos y 2.860 puntos viales intervenidos, reveló la UNGRD” (Ibid.).
En tono mesurado, el gobernador encargado, Ricardo Gómez Giraldo, trató de hacerle ver al alcalde de marras que, en La Dorada Caldas, las crecientes del río Magdalena, en los meses de abril y mayo, anegaron la mayor parte de esa ciudad y tuvieron a los doradenses con el agua al cuello y lo que fueron sus viviendas cubiertas de lodo y, como en Manizales, las víctimas clamaban por efectivas soluciones como la construcción de potentes jarillones; mostró la destrucción del puente colgante de El Pintado, con más de 130 años de historia construido sobre el río Cauca, más abajo de Irra y, como si fuera poco, recordó que quedaron 300 puntos de la malla vial del departamento sin paso seguro debido a gigantescos derrumbes, destrucción de más de 20 puentes que requerían soluciones contratadas con el dinero de las regalías que llegarían, por ley, directamente al departamento.
Como hay que respetar el orden establecido, el alcalde debió dialogar, primero, con el gobernador y los dos, que eran manizaleños y tenían las oficinas a cuatro cuadras de distancia una de otra, debieron acordar los viajes a Bogotá en donde, con el ministro del Transporte y el gerente de la Findeter que también eran manizaleños, y los congresistas que representaban en el legislativo al departamento pero que se quedaron más callados que una ostra, con todos ellos debieron visitar los despachos del alto gobierno establecidos para tales circunstancias. Como que les diera pereza, pena o miedo o vergüenza ir a tocar esas pesadas puertas que si no se tocan con insistencia no se abren. Por esta y otras situaciones parecidas se podía exclamar: No hay con quién.
OCTAVIO HERNÁNDEZ JIMÉNEZ
(San José de Caldas, 1944), bachiller del Colegio Santo Tomás de Aquino de Apía (1962) y luego profesor del mismo centro educativo. Profesor de la Universidad de Cundinamarca (1974-1975). Profesor Titular y Profesor Distinguido de la Universidad de Caldas, en Manizales (1976-2001). Primer decano de la Facultad de Artes y Humanidades (1996-1999) y Vicerrector Académico (E.) de la misma Universidad (1996). Premio a la Investigación Científica, Universidad de Caldas, (1997). Primer Puesto en Investigación Universitaria, Concurso Departamento de Caldas-Instituto Caldense de Cultura (2000). Primer Puesto Categoría de Ensayo Nuevos Juegos Florales, Manizales, (1993 y 1995). Miembro Fundador de la Academia Caldense de Historia, Socio Fundador del Museo de Arte de Caldas, Miembro de la Junta Directiva de la Orquesta de Cámara de Caldas. Orden del Duende Ecológico (2008).
* OCTAVIO HERNÁNDEZ JIMÉNEZ ha publicado las siguientes obras: Geografía dialectal (1984), Funerales de Don Quijote (1987 y 2002), Camino Real de Occidente ( (1988), La Explotación del Volcán (1991), Cartas a Celina (1995), De Supersticiones y otras yerbas (1996), El Paladar de los caldenses (2000 y 2006), Nueve Noches en un amanecer (2001), Del dicho al hecho: sobre el habla cotidiana en Caldas (2001 y 2003), El Español en la alborada del siglo XXI (2002), Los caminos de la sangre (2011), Apía, tierra de la tarde (2011). Su ensayo “El Quijote en Colombia” hace parte de la Gran Enciclopedia Cervantina, de Carlos Alvar (2006).
* “El humanista Octavio Hernández Jiménez contribuye a la afirmación de la cultura popular en Caldas. Él, con ese orgullo caldense que siempre expresa en sus escritos, se ha empeñado en divulgar el folclor regional, pensando siempre en afirmar la identidad y autenticidad de la cultura caldense en el marco y relaciones con la cultura popular colombiana. El humanista caldense tiene una fuerza cultural muy significativa en el conocimiento y cultivo del folclor y en los aspectos diversos de la cultura popular que reflejan la esencia del alma colombiana. Octavio Hernández en su obra transmite la idea de que es necesario fortalecer en los caldenses la conciencia regional y nacional como pueblo de grandes valores y atributos” (Javier Ocampo López, miembro de la Academia Colombiana de la Lengua y de la Academia Colombia de Historia, en el texto “Octavio Hernández Jiménez, el humanista de la caldensidad”, 2001).
Título: Orden del Duende Ecológico.
“República de Colombia/ Alcaldía Municipal San José Caldas/ Nit. 810001998-8/ II Fiestas de Mitos y Leyendas. Resolución Nro 093-08 Octubre 09 de 2008. Por medio de la cual se otorga la Orden del Duende Ecológico. El Alcalde Municipal de San José Caldas, en ejercicio de sus facultades Constitucionales y, CONSIDERANDO: Que mediante el Acuerdo Municipal número 216 de 2008, se creó la Orden Del Duende Ecológico, máxima condecoración que el Alcalde Municipal concede a sus ciudadanos más destacados. Que es deber de esta Administración exaltar las cualidades y virtudes de una Persona Ilustre del Municipio que con su actuar ha dejado en alto el nombre del Municipio. Que el Doctor Octavio Hernández Jiménez es reconocido como un señor íntegro en medio de sus labores misionales, amante de la tradición y cultura propias de nuestra región, las cuales da a conocer como embajador de nuestro municipio a nivel regional y nacional. Que el Doctor Octavio Hernández Jiménez se ha destacado como un insigne señor, cívico por excelencia, colaborador incansable; se ha hecho presente en el desarrollo de importantes programas que han impulsado el progreso de nuestro Municipio, difundiendo ejemplo para presentes y futuras generaciones. Que el Doctor Octavio Hernández Jiménez se ha destacado en el estudio de la influencia de los mitos y leyendas y su divulgación dentro del Municipio de San José Caldas. Que según estudios realizados por el Doctor Octavio Hernández Jiménez, dentro de la historia del municipio se creó la figura del Duende Ecológico para preservar las aguas, nombre que hoy recibe la presente Orden. En mérito de lo expuesto, RESUELVE: Artículo Primero: Otorgar la Orden Duende Ecológico al Doctor Octavio Hernández Jiménez. Artículo Segundo: Exaltar las cualidades de tan ilustre personaje, quien con su excelente desempeño ha dejado un gran legado en el arte de escribir y en la conservación del patrimonio cultural. Artículo Tercero: Hacerle entrega de una placa al Doctor Octavio Hernández Jiménez, en acto público a realizarse el día 09 de octubre de 2008. Artículo Cuarto: Copa de la presente resolución será entregada en nota de estilo al Doctor Octavio Hernández Jiménez, en dicho acto. Comuníquese y cúmplase. Expedida en San José Caldas, a los nueve (09) días del mes de octubre del año dos mil ocho (2008). Daniel Ancízar Henao Castaño, Alcalde Municipal”.
octaviohernandezj@espaciosvecinos.com
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